Tradiciones muy nuestras, incluso siendo intolerantes a la lactosa

Hay tradiciones que son muy nuestras, como el chocolate con churros. Pero ¿qué pasa si eres intolerante a la lactosa? ¿Tienes que renunciar a disfrutar de este placer? La verdad es que en la mayoría de las chocolaterías ya ofrecen la posibilidad de disfrutar de un delicioso chocolate con leche sin lactosa. Pero muchas marcas de chocolate a la taza ya añaden la leche en su producto, por lo que no es la solución para los intolerantes. 

No te preocupes, aun así, sigues teniendo opciones para disfrutar de tu chocolate. La primera de ellas es pedir chocolate negro a la taza algo que ya tienen en muchas chocolaterías en las que ofrecen a sus clientes diferentes tipos de chocolate y no un único producto. El chocolate negro para hacer a la taza lo puedes comprar también para hacer en casa. Añadiendo la leche sin lactosa, ya sería un producto totalmente apto para cualquier intolerante.

Pero si en tu chocolatería favorita te pueden ofrecer la leche sin lactosa, pero no el chocolate negro, sigues teniendo opciones. Los intolerantes a la lactosa no pueden digerir la lactosa porque su intestino no produce lactasa, que es la enzima que se ocupa de descomponer este azúcar en otros que son más fácilmente asimilables por el organismo. La lactasa es lo que se añade a los productos sin lactosa, ya que no es posible “quitar” la lactosa, sino que se les añade lactasa para descomponerla.

Esta lactasa se puede encontrar en pastillas en todas las farmacias. Tan solo tendrás que tomar una de esas pastillas para que te ayude a digerir la pequeña cantidad de lactosa que puede haber en el chocolate hecho en leche sin lactosa. Y podrás disfrutar del mismo sin problemas. Las pastillas de lactasa se pueden usar para tomar cualquier tipo de lácteo, pero hay que tener en cuenta la cantidad de lactosa del producto para saber qué dosis de lactasa hace falta. Ante la duda, siempre es mejor tomar lactasa de más ya que no tiene riesgos para ti.

Pero ¿qué ocurre con los churros? Pues con ellos no tienes por qué preocuparte porque los ricos churros solo necesitan agua, harina, sal, azúcar y aceite para su realización. En algunos casos, les añaden levadura y eso es todo. No tienen nada de leche y por eso son totalmente aptos para cualquier intolerante. Eso sí, no podrás comer los típicos churros que están rellenos de crema, porque esos sí llevan leche.