Comidas rápidas junto a la playa
¡Qué placer disfrutar de una comida en un chiringuito al lado de la playa! Y no es tanto por la comida, como por el gusto que da poder saborearla al lado del mar, con el sol y el ambiente playero. Todo sabe mucho mejor así. Y esto lo saben bien los dueños de los chiringuitos que hacen su agosto, nunca mejor dicho, gracias a estas comidas. Las colas para coger mesa en la hora de la comida pueden ser muy largas en algunos establecimientos y el número de comidas que llegan a darse es muy elevado.
Pero muchos bares de playa no tienen instalaciones preparadas para dar comidas, lo que hace que pierdan mucha clientela. La solución es contactar con un distribuidor de platos preparados congelados para hosteleria y, con la ayuda de varios microondas y una buena instalación eléctrica, comenzar a dar comidas precocinadas. La variedad de platos que se pueden dar de esta forma es muy amplia y la calidad de estos es bastante adecuada para este tipo de establecimientos.
De hecho, muchos centros comerciales disponen de espacios para comer en los que ya se dan este tipo de platos y son muy populares. Se trata de quioscos y pequeños establecimientos con mucho espacio de terraza, pero que no disponen de infraestructura en el interior, tan solo de una pequeña trastienda en la que preparan el plato en el microondas y emplatan para poderlo servir. Platos combinados, sencillos preparados con pollo y patatas fritas e incluso suculentos arroces. Y, lo mejor de todo, es que en cuestión de pocos minutos todo está listo para tomar.
La cantidad de platos que se pueden servir gracias a este sistema es muy grande, sobre todo contando con microondas especiales para hostelería que permiten preparar varios platos a un tiempo y que toda la comida llegue a la mesa a la vez, sin esperas. Con estos microondas y un congelador es posible alimentar a muchas personas a lo largo de todo el día. Y, lo mejor, es que la cocina no tiene por qué cerrar, por lo que el horario para comer puede ser muy amplio, pudiendo atender así a comensales durante todo el día.
La pequeña inversión en material para hostelería: microondas y congelador, compensará las grandes ganancias que se pueden conseguir y lo que era un simple bar de refrescos y bocadillos, se puede convertir en un lugar de comidas muy rentable.
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