7 de cada 10 españoles realiza al menos una comida preparada o precocinada a la semana, según datos de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU). El éxito de los productos etiquetados como «calendar y listo en 5 minutos» no se debe únicamente a nuevos hábitos de consumo, sino que la calidad de este tipo de alimentos ha influido en esta tendencia.

Año tras año crece la demanda de Proveedor de merluza preparada congelada para hosteleria y de otros muchos alimentos similares. Para entender este fenómeno, es importante recordar que la congelación y ultracongelación no suponen una pérdida de nutrientes básicos (proteínas, grasas, carbohidratos, etcétera), ni tampoco afectan al sabor. Por el contrario, los productos sometidos a estos procesos están indicados para personas que necesitan seguir dietas sin azúcar o baja en niveles de sodio.

Además, los alimentos congelados listos para servir agilizan las gestiones culinarias. Únicamente se descongela la cantidad deseada, guardándose el resto en el congelador, ventaja impensable en los alimentos frescos (una patata, por ejemplo, no puede utilizarse parcialmente, pues 12-24 horas después habrá sufrido una pérdida significativa de nutrientes).

De este último beneficio se deduce que el consumo de alimentos preparados congelados contribuye a reducir los desperdicios en la cocina. Las pieles, cáscaras y otros desechos se eliminan durante el procesamiento de estos productos, de forma que el consumidor recibe el preparado listo para consumir después de su descongelación en hornos o microondas.

Por último y no menos importante, los alimentos precocinados congelados son seguros. Los mitos acerca de su peligrosidad no han resistido el análisis de expertos y nutricionistas. Y es que el proceso de congelación y ultracongelación neutraliza el crecimiento de bacterias y microbios. Con una adecuada manipulación durante la fase de descongelación, los consumidores no tienen nada que temer, pues estos alimentos son tan seguros como los frescos.