Al principio nos resultaba mucho más fácil encontrar un destino para viajar porque habíamos hecho pocos viajes. Con nuestros respectivos padres o con amigos no habíamos hecho grandes exploraciones. Así que, al principio, fuimos conociendo las capitales europeas más famosas. Pero ahora, en este escenario post pandémico (cruzamos los dedos) tenemos una sensación extraña con viajar. Mi mujer y yo nos pusimos a mirar el mapa para ver a dónde vamos las próximas vacaciones y no sabíamos qué hacer.

Empezamos a descartar sitios por una u otra razón y nos quedamos en nada. Queríamos un sitio apartado, poco frecuentado, con naturaleza y, a poder ser, playa. Pero no nos apetecía ir a los sitios típicos. Entonces se me encendió la luz: ¿por qué nos conocemos algo más cercano? Fue así como le hablé a mi mujer de comprar billetes cies mar de ons.

Y es que, hasta ese momento, tan solo habíamos mirado sitios fuera de España o las islas típicas españolas: Canarias y Baleares. No tenemos nada en contra de ellas, al contrario, son paraísos, pero ya hemos estado varias veces, así que en esta ocasión queríamos algo diferente. Realmente, sobre las Cíes apenas sabía nada. Había oído hablar de ellas, pero poco más. Cuando busqué información me enteré de que no se puede viajar en cualquier momento y de que hay que solicitar autorización. 

Este detalle, al contrario de echarnos para atrás, fue un acicate porque eso suponía que no iba mucha gente y que, efectivamente, era el paraíso natural, apartado y virginal que buscábamos. No una playa muy bonita pero custodiada por edificios de hotel. No, queríamos algo diferente. ¿Un camping? Perfecto, eso era lo que buscábamos. Así que no nos lo pensamos dos veces y compramos billetes cíes mar de ons.

No cabe duda de que en ocasiones lo mejor está más cerca de lo que uno cree. En vez de buscar islas al otro lado del mundo, podemos conocer paraísos cercanos que pasan más desapercibidos. Y las Cíes nos esperan en este próximo viaje, que nos hace más falta que nunca.