San Valentín para hombres 

Tengo que decir que los últimos años no he estado muy atenta con los regalos a mi marido. Con los hijos, el trabajo, la pandemia y demás, hemos tenido tantos quebraderos de cabeza que vas dejando para más tarde otras cosas que no consideras tan prioritarias. Y así va pasando el tiempo y te das cuenta de que hace mucho que nos haces un regalo en condiciones a tu pareja. Y esas cosas se notan, aunque mi marido sea de esos que dicen que no “necesitan nada”. Pero sé que le hace ilusión que se acuerden de él, sobre todo cuando no se lo espera.

Los últimos San Valentín yo he recibido puntualmente mi rosa, porque él es muy atento para estas cosas, pero él no ha recibido mucho más que un “gracias”. Y dónde pone eso de que las mujeres no pueden regalar cosas a los hombres en San Valentín, porque parece que es solo en una sola dirección. Pues este 2023, la historia cambió.

Pero, claro, debía hacerlo todo de forma muy poco sospechosa, sin preguntarle semanas antes si le gustaba algo especial o cosas así. Se trataba de averiguar qué le podía hacer ilusión. ¿Tal vez vino? Y entonces recordé que guardaba por ahí varios tickets de restaurantes de nuestras cenas más románticas. Y en uno de ellos ponía pazo de baion vino. Y entonces recordé lo bien que cenamos aquella vez, en aquel restaurante de aroma gallego. ¿Y qué tal si le regalaba una caja de botellas de esa marca?

Cuando se me ocurrió supe que había dado con la tecla porque se trataba de uno de esos regalos que cumplen varios aspectos que le gustan: que sea algo detallista y romántico (un vino que marcó una velada inolvidable, algo para disfrutar en común y algo práctico. Vale, que el pazo de baión vino no es una navaja multiusos, pero sí que es práctico porque no hay ninguna duda de que lo vamos a “usar”. Así que, al final, encargué las botellas y, como esperaba, di en la diana, porque el San Valentín también es para hombres.