Los expertos recomiendan extremadamente precaución con los rayos UV, porque el sol «puede hacer pobre y manchar el granito»

Existe la falsa creencia de que las personas que padecen acné ven una mejora en su piel con la llegada del verano y la exposición al sol secando estas erupciones, pero es un efecto que tiene sus secuelas.

El sol reseca esta irritación en el rostro, pero a su vez provoca «queratinización de la piel y un aumento de sebo que evita su completa desaparición», lo que podría conducir a un rebrote después del verano, explica Guillermo Solano-López, dermatólogo de la Clínico Hospital de la Princesa (Madrid) y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología.

La mejoría que el sol hace en la piel con acné en verano tiene un efecto antiinflamatorio e inmunomodulador, resultando en una mejoría durante este tiempo que puede confundir al paciente, comenta el dermatólogo colaborador de Uriage Laboratories.

Una vez finalizada la temporada de verano, el paciente comienza a presentar importantes brotes e incluso hay personas que pueden padecer acné por el abuso de factores de protección solar, comenta el especialista tratamientos acne en Vigo.