Perder peso es la meta de muchas personas. Y es un trabajo complicado. Lo saben muchas marcas y muchos seudo profesionales sin escrúpulos que se aprovechan de esta necesidad para vender productos milagro que prometen perder peso sin esfuerzo. En la mayoría de casos, se llevan el dinero de la persona sin dar nada a cambio pero en algunos, además del dinero acaban resintiendo su salud. 

Si se quiere perder peso, el primer paso es acudir al médico de cabecera y solicitar una analítica. En esta analítica saldrá si la persona tiene algún tipo de problema: colesterol, azúcar, tiroides etc. Estos problemas no impiden perder peso, al contrario, son un aliciente más para ponerse a ello. Pero sí que van a condicionar el tipo de alimentación que vamos a llevar. En algunos casos, como los problemas de tiroides, podría ser necesaria una medicación para contribuir a un mejor control.

Tras saber con qué cartas jugamos a la hora de alimentarnos, hay que determinar los kilos que realmente necesitamos perder. Cada persona es diferente y no hay tablas estándar que valgan. Hay gente de constitución más fuerte y hay personas más menudas por naturaleza; la edad también influye mucho en el peso saludable y el tipo de vida también va a jugar un importante factor. La menopausia y enfermedades metabólicas también tienen que ser tenidas en cuenta.

Hay que ser realista con la pérdida de peso, por regla general a los cincuenta no podemos pretender pesar igual que cuando teníamos veinte años. El médico nos puede dar una primera orientación sobre cuántos kilos deberíamos de pesar para estar bien. Pero sobre todo hay que ser realista con los plazos. No se trata de adelgazar rápido, sino de cambiar hábitos para que la pérdida de peso se mantenga en el tiempo.

Seguramente, el médico de cabecera nos ofrezca algunos consejos de alimentación. Pero lo más seguro es ir a una clínica nutricionista en Vigo para que nos hagan un seguimiento personalizado y una dieta específica para nosotros. Siempre teniendo en cuenta la analítica que hemos llevado. También nos ayudarán a marcar la meta que debemos de alcanzar y los plazos para perder peso de una manera razonable. Perder peso de manera lenta ayudará a que el cuerpo asimile esa pérdida y no se produzcan problemas como descolgamientos de piel o estrías.