Los problemas de salud bucodental no son infrecuentes en el mundo. Se estima que 2.000 millones de personas sufren caries en los dientes, por mencionar una de las enfermedades más comunes. La mayoría de odontólogos y dentista Vilagarcia de Arousa recomienda, para prevenirlas, utilizar hilo o seda dental como parte del ‘ritual’ de higiene diaria.

La seda interdental permite acceder a interioridades de la pieza dental donde el cepillo convencional no puede, pues únicamente higieniza las caras libres. Precisamente, en estas áreas no visibles del diente es donde se forman las caries en mayor número. Sin el uso de sedas dentales, sería imposible realizar una limpieza profunda de la dentadura.

Aunque la seda interdental merezca una revalorización urgente, el cepillado continúa siendo una parte indispensable del cuidado de los dientes. Debe realizarse un mínimo de dos veces al día, siempre de la forma e intensidad adecuadas, sin dañar las encías. Se recomienda sustituir el cepillo cada 3 ó 4 meses, para evitar la acumulación de bacterias y que las cerdas se abran y pierdan efectividad.

Estas herramientas de la salud bucodental frenan, aunque no neutralizan, la acumulación de placa bacteriana, razón por la cual debe acudirse al dentista a realizar una limpieza profunda cada dos años. Este tratamiento incluye el raspado de piezas dentales y la profilaxis completa, además de la actualización del historial clínico de la persona.

No obstante, el cuidado de los dientes varía de una persona a otra dependiendo de su situación. Por ejemplo, las embarazadas deben mantenerse alerta contra las caries y la gingivitis, entre otras enfermedades que pueden desarrollarse en el periodo de gestación. Las intervenciones dentales deben realizarse con anterioridad al embarazo.

Incluso durante la primera infancia, los menores están expuestos a la amenaza de las caries. Los dientes de leche pueden desarrollar caries a un ritmo acelerado debido a la ingesta de alimentos con alto contenido en azúcares.