Las cortinas de casa pueden salir muy baratas si te decides a confeccionarlas tú en lugar de comprarlas Y dado que es uno de los trabajos de costura más sencillos, es una buena tarea para afrontar incluso si no eres excesivamente hábil con la máquina de coser.

El primero paso es medir el tamaño de la ventana para saber qué cantidad de tela necesitarás comprar. Tienes que decidir si quieres que la tela llegue hasta el suelo o si solo va a rebasar el alfeizar. Recuerda que para medir el alto tienes que medir desde dónde va a ir colgada la cortina y, en el ancho, sumar unos veinte centímetros a cada lado.

Esa medida que has obtenido no es la medida de la tela a comprar, ya que las cortinas tienen frunce. Unas cortinas normales miden dos veces y media más que la medida del ancho de la ventana. Con este dato, ya sabes cuánta tela necesitas y podrás ir a comprarla a la tienda. Escoge el diseño que te guste y, a continuación, te tocará ir a la mercería para comprar el resto de materiales.

En la mercería comprarás hilo del color de las cortinas, para coser todos los bordes, y lo que necesites en función del sistema que vas a elegir para colgarlas.  En esta ocasión, vamos a explicar como coser cortinas con cinta fruncidora, el sistema más clásico. Necesitarás, pues, la cinta fruncidora y el sistema de ganchos elegido para colgarlas.

Una vez en casa, con la tela bien extendida y comprobando las medidas, tendrás que hilvanar con un hilo específico para este fin. Eso se hace con la máquina de coser. Es recomendable que antes dobles la tela, la marques con la plancha y la sujetes con algunos alfileres. Tras el hilvanado podrás comprobar que todo está correcto y que las cortinas son de la misma medida arriba y abajo.

Por último, coser el dobladillo y ya tienes las cortinas listas para colocar la cinta fruncidora, justo un par de centímetros por debajo del borde superior de la tela. Nuevamente, la sujetas con alfileres y las hilvanas antes de coserla. Una vez cosida, solo tendrás que tirar de los hilos que trae esta cinta para que la cortina se frunza y quede bonita. Hazlo cuidadosamente, asegurándote de que el fruncido es igual por toda la cortina. Por último, se colocan los ganchos y se cuelgan las cortinas en la ventana.