COMPRAR CON MODERACIÓN

Ya no sé qué hacer con tantos puntos como tengo en el monedero, cada vez que voy al supermercado me llevo unos cuantos puntos. Tengo que guardar puntos para todo y el problema mayor es que las cosas que se consiguen con los puntos ni tan siquiera son para mi. Si por lo menos los puntos  fuesen para mi no me importaría perder el tiempo en recopilarlos.

 

Entre los de central lechera asturiana puntos y los que vienen en las cajas de los cereales ya me conformaba pero el resto de mi familia se empeña en tener todos los puntos posibles de todos los productos posibles y eso no puede ser, hay que enseñarles que hay que gastar lo justo y necesario, gastar por gastar es un sin sentido. Los jóvenes de hoy en día solo piensan en gastar, y los padres no podemos permitir que nuestros hijos se conviertan en monstruos consumistas, eso no lleva a nada nuevo. Hay que enseñar a nuestros hijos que deben de conformarse con lo que le dan sus padres de paga, y de ahí no se pueden pasar.

Si se les consiente todo lo que ellos quieran después se convierten en jóvenes como los que salen en el programa del hermano mayor. En ese programa está perfectamente reflejado lo que no hay que hacer con un hijo. Gracias a dios no creo que haya tanta gente así como nos hacen pensar.

 

Si enseñamos a nuestros hijos desde niños a repartir bien su dinero, con el tiempo se defenderán mejor con el dinero del que dispongan y se harán más responsables.

 

Muchos padres hacen lo contrario creyendo que hacen lo mejor para sus hijos, creen que si le dan a sus hijos todo lo que quieren les querrán más y eso es un error, de esa forma lo único que se consigue es convertir a sus hijos en unos egoístas que solo piensan en sí mismos. Por desgracia ya he visto este comportamiento antes y cada vez con más frecuencia. Creo que los padres de hoy en día no se esfuerzan demasiado en criar bien a sus hijos.