No todas las personas necesitamos el mismo tipo de producto bancario, por eso es normal que existan cuentas diferentes para distintos clientes. Aunque la edad no tiene por qué ser el factor determinante, lo cierto es que es una de las barreras más comunes. Una persona joven a menudo tiene una cuenta para gestionar el dinero de su beca de estudios o de sus trabajos de fin de semana, pero no necesita domiciliar muchos recibos y no va a tener préstamos o hipotecas. Por eso, se han creado las cuentas jóvenes.

La evo banco cuenta joven está pensada para personas entre 18 y 28 años. Entre sus ventajas está que no cobra comisiones a sus clientes a los que ofrece una tarjeta de débito gratuita. Además, este tipo de cuenta hace mucho hincapié el Internet y en la banca electrónica ya que esta franja de edad está muy familiarizada con esta manera de trabajar. Por eso, la mayoría prefieren una App en su teléfono móvil que tener que acudir a la oficina a realizar sus gestiones.

Ofrecen también más de 16.000 cajeros en toda España y una gran red internacional para poder operar y, por supuesto, un servicio de alertas al móvil para que puedan saber rápidamente cualquier movimiento que se produzca en su cuenta y, en caso de ser algo no autorizado, poder tomar medidas oportunas. Así, siempre sabrán lo que ocurre en su cuenta y tendrán los pormenores de la misma al instante.

Este tipo de cuentas son una herramienta muy útil para el banco, ya que gracias a ellas son capaces de captar a unos clientes que abren su cuenta por primera vez. Si están contentos con los servicios del banco, lo lógico será que más adelante, cuando decidan comprar un piso o solicitar créditos para un coche o cualquier otro proyecto, acudan antes que a nadie a su banco de cabecera. Así, se logra captar a unos clientes que quizás no parezcan especialmente interesantes en el momento presente, pero que pueden ser un gran valor de cara al futuro.

Para cualquier persona joven, la actual transición de los bancos al modelo online es fácil de entender y se adaptan perfectamente a ellas ya que viven la era digital desde la cuna, algo que les está costando bastante más a las personas mayores que se encuentran cada vez más inseguras al trabajar con su dinero.