Ser un buen agente de telemarketing

Mi carrera iba enfocada hacia un camino totalmente diferente al marketing. Se suponía que yo iba ser pintor o algún tipo de oficio artístico, que para eso estudie Bellas Artes, pero todo fue cambiando poco a poco hasta que desemboqué en el mundo del telemarketing. Muchos de mis viejos amigos se llevaban las manos a la cabeza cuando se enteraban del ‘giro’ que había dado mi vida, pero todo tiene su explicación.

Mi hermano había estudiado Empresariales y empezó a trabajar en una empresa contac center barcelona. Comenzó desde abajo pero se le daba bien y rápidamente fue ascendiendo hasta ser jefe de área. Cuando yo terminé Bellas Artes pasé una temporada sin trabajo y algo desencantado y mi hermano me ofreció un ‘currito’ en su empresa. Al principio dudé, pero él me animo diciéndome que sería solo por una temporada para ganar algún dinero y más adelante ya decidiría yo mismo lo que quería hacer.

Me dio apuro negarme porque era una etapa de crisis en la que muchos amigos se habían quedado en el paro… y a mí me ofrecían un trabajo en el que no iba a tener demasiada presión. Así que finalmente acepté y empecé como agente de atención al cliente para una empresa tecnológica. Me di cuenta que no era, en absoluto, un trabajo sencillo.

Como soy bastante cabezota y aunque aquello no parecía el trabajo de mi vida decidí que quería hacerlo bien. Por otro lado, me sentía en deuda con mi hermano y no quería que le dijeran que me había enchufado. Es verdad, me había enchufado pero si hacía bien mi trabajo no había razón para quejarse.

Entonces me apunté a un curso de formación que ofrecía la propia empresa contac center barcelona. Y fue ahí donde el trabajo empezó a interesarme de verdad. Cuando mi hermano me contaba batallitas del trabajo yo no le prestaba mucha atención pero en aquel momento me di cuenta que me gustaba… y dejé de pensar en las Bellas Artes. Quizás en mi tiempo libre haría algo, pero decidí seguir trabajando y convertirme en buen especialista en marketing.