Mi enésima dieta

Esta vez sí, esta vez recuperaré mi peso ideal. Nadie me cree… y con razón. Debo llevar más de diez dietas, o de veinte. El proceso es siempre igual. Voy cogiendo kilos por aquí y kilos por allá: que si la Navidad, que si las vacaciones, que si voy a casa de mi madre y escucho “por un par de días que comas algo más no pasa nada”… Pero sí que pasa.

Tengo amigos que no necesitan hacer dieta. Comen lo que les da la gana, o eso parece, y están como Van Damme. Supongo que cada cuerpo es diferente, yo tengo controlar mucho lo que como, no solo porque me gustan muchas cosas poco ‘saludables’, sino porque tengo ‘tendencia a engordar’, como diría mi madre, la misma que me ceba como si aun estuviera creciendo cada vez que voy su casa…

Pero ya está bien, esta vez será diferente. Todo empezó con un bífidus. Mi mujer compra muchos yogures de este tipo y yo no nunca he hecho mucho caso. Al principio, no creía nada en sus beneficios, pero desde que mis digestiones empeoraron empecé a tomar estos yogures y la cosa mejoró. Y entonces me di cuenta de que era hora de cuidarme.

Los años no pasan en balde, todo el mundo lo sabe. Cuando tienes 20 años te pasas un poco y no lo notas, pero llegas a la treintena, y aunque te sientas joven, hagas puenting y sigas saliendo por la noche como un chaval, el cuerpo responde de otra manera. Lo primero que voy a hacer es ir a un nutricionista. Esta vez no lo haré yo a mi manera, teniendo en cuenta que las veces anteriores no logré buenos resultados.

Y ya que voy le comentaré lo de mis digestiones. Aunque con los bífidus he mejorado mucho me gustaría saber si tengo alguna alergia de esas que están tan de moda últimamente… Ya no me fío, sobre todo de la leche, porque últimamente me sienta un poco regular. Sea como sea, esta vez será mi dieta definitiva, o al menos la penúltima…