No creemos que a estas alturas ya nadie dude de que el exceso de peso puede acarrear consecuencias físicas muy graves. La OMS, entre otras muchas asociaciones, alertan de que la obesidad está íntimamente relacionada con diversos tipos de cánceres. A pesar de ello, este trastorno sigue aumentando en los países desarrollados.

El otro día escuché a alguien decir que los productos con más grasas deberían llevar fotos de enfermedades asociadas, como sucede con las cajetillas de tabaco. De hecho, creo recordar que en algunos países ya se ha hace algo así con las bebidas azucaradas como los refrescos. Al final, cada uno puede hacer lo que quiera con su cuerpo y su vida, pero si logramos informar adecuadamente sobre los peligros de las dietas poco equilibradas a buen seguro que se reducirá la tasa de obesidad.

Y es que este trastorno está detrás de muchos cánceres como el cancer de exofago o el de colon. Diversos estudios alertan de que una dieta pobre en verduras y frutas puede influir decisivamente en la aparición de estas enfermedades. Pero es que, a pesar de tener la evidencia de que la obesidad está detrás de muchas enfermedades graves, muchas personas se empeñan en mantener malos hábitos alimenticios.

Hace poco leí una columna de un escritor famoso que defendía la obesidad como un síntoma de salud mental y física, creando mucha polémica. Si uno toma la decisión consciente de tener sobrepeso porque así se siente más feliz, no hay nada que decir. Es bien diferente si una persona quiere perder peso, pero no puede.

En este caso, a diferencia de ese famoso escritor, no nos estamos refiriendo a criterios estéticos ni tenemos ánimo de crear polémica, sino que hablamos de hechos. Y es un hecho que algunas graves enfermedades como el cancer de exofago está relacionado de forma directa con el exceso de grasa y el mínimo consumo de frutas y verduras.

Y tal vez a no mucho tardar, como decía aquel, los productos con exceso de grasas lleven esas fotos que tanto éxito han tenido en las cajetillas de tabaco.