El interiorismo es una disciplina que se encarga de estudiar el espacio en una vivienda o en un local comercial y analiza cuál es la mejor manera de distribuirlo para conseguir los objetivos fijados. No es exactamente lo mismo que la decoración de interiores, que es algo que se realiza una vez que se ha distribuido este espacio.

Por ejemplo, si vas a montar un negocio y quieres que tenga la mejor imagen, lo normal es contratar a un experto en interiorismo para que trabaje junto con los arquitectos en el proyecto. Con frecuencia, los arquitectos son también expertos en interiorismo y pueden desarrollar ambas funciones, pero no siempre es así y no siempre es necesario un arquitecto para llevar a cabo un proyecto de negocio.

Si ya se tiene el local construido, un arquitecto técnico será suficiente para realizar el proyecto que se necesita para el local. Pero antes de hablar con él se puede contratara un experto en interiorismo que nos de ideas sobre la distribución. El experto en interiorismo y el arquitecto técnico pueden encontrar juntos soluciones para todos los problemas que puedan surgir y presentarnos un proyecto que encaje en la idea que teníamos, pero mejorando esta.

Con el proyecto del interiorista el espacio estará perfectamente distribuido, aprovechado de una manera mucho más eficiente y preparado para ser decorado por un experto en decoración de interiores. Este dará los últimos toques al local para que se vea moderno, acogedor y orientado al tipo de público que se quiere atraer al negocio.

Es importante saber con qué presupuesto se cuenta para que todos los profesionales puedan trabajar en conjunto y adaptándose al dinero del que se dispone para elaborar todo el proyecto, ya que de otro modo es posible que nos excedamos mucho en el trabajo del interiorista y no quede dinero para la decoración de interiores y todo es importante.

Es importante señalar que hoy todos los proyectos de interiorismo se elaboran por ordenador, por lo que el cliente puede ver cómo quedará todo antes de que se lleve a cabo, pudiendo de esta forma solicitar los cambios que considere oportunos si, por el motivo que fuera, no se ha acertado con lo que estaba buscando, prefiere otro tipo de soluciones para su negocio o cree que no se han tenido en cuenta aspectos importantes que, por su profesión, conoce.