4 trucos para que la ropa de los niños dure más

La ropa de los niños es un gasto importante en la economía familiar. Además, los niños suelen jugar sin tener mucho cuidado y es frecuente que rompan o estropeen las prendas más rápido de lo que deberían. Elegir bien los tejidos o utilizar la ropa de manera razonable, hará que las prendas duren más y aguante, al menos, hasta que den un nuevo estirón.

-Escoge tejidos resistentes. Los pantalones de pana y los vaqueros son las prendas más resistentes para los niños y también las que les resultan más cómodas para sus juegos. También puedes escoger telas y algodones gruesos. Por el contrario, las prendas de algodón muy fino o de tejidos delicados no son muy aptas para los pequeños, sobre todo para los más inquietos, que seguramente acabarán rompiendo la prenda o desgastando demasiado rápido.

-No compres la ropa demasiado justa. Es preferible comprar una talla más para que puedan aprovecharla durante más tiempo. Los niños crecen muy rápido y si se compra una talla demasiado justa seguramente en pocas semanas ya no le esté bien. Para evitar que el niño esté incómodo pueden coger dobladillos a faldas y pantalones y colocar elásticos en puños y cinturas. Así, todo estará bien acomodado y las prendas no se verán excesivamente amplias ni causarán incomodidad al niño. Si se va a comprar ropa a final de temporada, aprovechando las rebajas, hay que comprar una o dos tallas más para que le sirva al pequeño cuando vuelva a necesitar esas prendas.

-Los mandilones, perfectos para muchos juegos. Los mismos mandilones que los niños utilizan en el colegio pueden usarse en casa para jugar. Así, la ropa estará protegida, sobre todo si van a pintar con acuarelas o van a utilizar plastilinas o pegamentos. No solo se evita que pueda caer algo en la ropa que la rompa, también se protege de la suciedad y de los roces, por lo que no será necesario lavarla tan frecuentemente y esto hará que su vida se prolongue.

-Cambia a tu hijo de ropa al llegar a casa. Cuando tu hijo llegue a casa debe de acostumbrarse a cambiarse de ropa, poniéndose prendas cómodas y adecuadas para el hogar. Así, la ropa de calle no sufrirá un desgaste doble y durará más tiempo. También se ahorrarán lavados y trabajo de plancha, por lo que este método ofrece muchas ventajas.