Auriculares para teléfono, más necesarios que nunca

Los auriculares y cascos baratos para poder hablar por teléfono son ahora más necesarios que nunca. Con el coronavirus nos hemos vuelto mucho más conscientes de conductas que realizábamos a diario y que nos estaban poniendo en peligro, no solo ante el COVID-19 sino ante cualquier otro virus o enfermedad.

Un ejemplo son los teléfonos en espacios de trabajo compartidos. Hay lugares en los que las mesas de trabajo se comparten entre trabajadores que están a turnos o que usan indistintamente el material de oficina y, sobre todo, el teléfono.

La mayoría de los protocolos han llamado la atención sobre el uso que se hace del teléfono y no les faltan razones para ello. Cuando se habla a través del auricular este queda lleno de pequeñas partículas de saliva. Pero, además, al pegar la cara al mismo también dejamos en el teléfono sudor y, por último, sujetamos el auricular con la mano, que puede haber tocado muchas cosas contaminadas previamente.

El teléfono es un gran foco de contagios cuando se comparte y una manera de evitar dentro de lo posible el contaminarse es utilizando unos auriculares específicos para hablar por teléfono. Su funcionamiento es muy sencillo, aunque es imprescindible que el teléfono tenga este tipo de función.

Tan solo hay que fijarse en la forma de la clavija con la que se conectan y escoger los adecuados. Se conectan al teléfono y en lugar de coger las llamadas levantando el auricular se pulsa un botón y ya se puede hablar con la persona que llama. Al finalizar la llamada, se pulsa el botón de colgar y listo. El contacto con el teléfono es mínimo, solo tocar dos botones que se pueden desinfectar fácilmente pasando una toalla antibacterial o con un spray específico.

Si otra persona quiere usar el teléfono solo tiene que conectar su propio auricular, personal e intransferible, y todo se hará de una manera absolutamente higiénica. Además, al tener los auriculares la llamada será privada, al contrario de lo que sucede con otros métodos como el de poner el altavoz para recibir las llamadas.

Este método tiene la ventaja adicional de que la persona tiene las manos libres para poder escribir y tomar notas o incluso utilizar el teclado del ordenador. Por eso, muchas personas que trabajan y tienen que atender el teléfono con frecuencia prefieren este método incluso cuando no comparten el aparato.