Preparando el verano 

Desde hace años mi mes preferido del año es enero… porque empieza el verano. ¿Cómo que empieza el verano en enero?, podréis protestar, con el frío que hace. Y no hablo del verano austral, hablo del nuestro. Gracias a los medios de comunicación y a la intensidad de la publicidad, ahora la Navidad dura mes y medio, ya desde mediados de noviembre empiezan a atosigar con los mensajes navideños. Pues, tal es para mí la liberación cuando llega el 7 de enero que es como si empezara a notar en mi cuello la brisa de una playa. Me pongo en ‘modo verano’ aunque fuera estemos a dos grados bajo cero.

Pero para preparar bien el verano no solo sirve con soñar con playas e ir mirando vuelos baratos a las Canarias: también tengo que ocuparme de la casa. Es verdad que me gusta el calor pero no sudar la gota gorda cada noche por culpa de las altas temperaturas. Voy a necesitar sistemas climatizacion baratos para el próximo verano. Mi casa no tiene aire acondicionado integrado: es de las antiguas y al dueño tampoco le dio por poner un aparato de aire acondicionado. Se ve que los anteriores inquilinos eran ecuatorianos o algo así y estaban acostumbrados al calor extremo… pero yo soy del norte.

El dueño me ha dado luz verde para que sea yo el que elija un sistema de climatización que vaya bien a la casa. Es decir, yo lo busco y él paga. Se ha comprometido a hacerlo además con la promesa de que no subirá la mensualidad cuando venza el contrato precisamente este verano. La verdad es que no he tenido aire acondicionado muchas veces y tengo bastantes dudas, pero sé que es necesario al menos en el salón que es la zona de la casa que da al sur y donde pega más el sol, sobre todo por la tarde que es un horno.

Así que ya he empezado a buscar sistemas climatización baratos que le vayan bien a esta casa. Me siento bastante a gusto sabiendo que no los voy a pagar yo: y ya estoy sintiendo la brisa del aire… acondicionado en el salón.