USB personalizado para publicidad y otros regalos que impactan

Uno de los regalos más apreciados por los clientes es un USB. Gusta a personas de todas las edades porque es algo realmente útil que permite llevar encima una gran cantidad de información. Muchos abuelos de edad avanzada los utilizan para sus fotos, llevándolas así sin tener que cargar con los clásicos álbumes de toda la vida. Pero ¿vale la pena personalizar usb para ofrecer como regalo promocional? La respuesta es un rotundo sí.

En caso de no personalizar el dispositivo ¿qué sentido tiene darlo como regalo promocional? En poco tiempo nadie recordará de dónde ha salido el lápiz de memoria y, por tanto, no estará cumpliendo con su función de dar publicidad de la empresa. Será pues, un dinero perdido que no tendrá ningún efecto promocional real más allá de poder incentivar una venta en el caso de que se regale junto con una compra de producto.

Dado el interés que despierta un USB, invertir en USB personalizados para regalos promocionales siempre va a ser una idea rentable que va a salir a cuenta. Actualmente, hay muchos tipos de lápices personalizables, desde el clásico en el que se escribe el nombre de la empresa hasta las memorias con forma de tarjeta de visita que tienen la doble función de ser la tarjeta de un establecimiento y también una memoria.

En general, todos aquellos regalos que resultan útiles son los que más éxito tienen en cuanto a obsequios promocionales. Por eso, algunos tan clásicos como los bolígrafos de toda la vida siguen teniendo una gran aceptación ya que todo el mundo los necesita en alguna ocasión. Al ser tan económicos pueden regalarse de manera masiva, por lo que no hay que seleccionar a quienes reciben el regalo.

A los bolígrafos podemos sumar otros regalos como los abridores de botellas, los imanes para las neveras o los calendarios de mesa para las oficinas, todos ellos clásicos que siguen siendo muy llamativos y dan buenos resultados.

En algunos casos se busca algo más de originalidad, regalando, por ejemplo, ganchos para sujetar el bolso, clips para los billetes o incluso monederos capaces de seleccionar los distintos tipos de monedas que actualmente hay. Aunque llaman la atención y son atractivos, a medio plazo corren mucho más riesgo de ser abandonados en un cajón, por lo que dejarán de tener el impacto publicitario que se estaba buscando.